viernes, 19 de octubre de 2012

Hormigas

Me meto entre las sábanas y no puedo evitar echar de menos tu cuerpo junto al mío, tus labios pegando en mi nuca y tu aliento susurrando palabras que no te atreves a decir.
Y me retuerzo para acomodarme, y sonríes, porque no puedes evitar que te vengan a la cabeza algunos versos de ese poema que tantas veces me has recitado casi de memoria.
Y te das la vuelta, porque no eres capaz de estar mirándome y no besarme, y te sigo, y mis dedos dibujan en tu espalda palabras por adivinar.

Y te abrazo, y las mayúsculas y las minúsculas se revuelven, se confunden y acaban por desaparecer.

Y solo queda un cuerpo, con un puñado de hormigas susurrando te quieros cerca de el.