jueves, 14 de marzo de 2013

Carta al futuro amor de mi vida:

Soy un desastre, lo reconozco, no me gustan los arándanos de la tarta de queso, ni la parte de chocolate que se queda dura encima del helado del brownie, me da miedo bañarme en el mar por la noche y también los fantasmas del pasado y lo reciente que se ve todo algunas veces.
No me gusta secarme el pelo, ni siquiera en invierno, supongo que es una forma tonta, como otra cualquiera, de pedirte que me cuides.
No me gusta la gente que no cree en las casualidades, qué vida tan triste, ¿No crees?
También he de confesarte que no me gusta que me acaricien el pelo, y eso es algo con lo que tendrás que vivir.
Me gusta comer en la cama, aunque sea una auténtica cochinada, y me despierto mil veces mientras duermo, tantas, que alguna vez dudarás si llego a dormir, porque lo más probable es que siempre que abras los ojos yo ande despierta.
No te dejaré poner tele en nuestra habitación, la cama es para libros y pasiones, y para contarnos historias hasta quedarnos dormidos.
Es probable que tengas que estar pendiente de las reservas de helado de chocolate en el congelador, o estar dispuesto a tener que vestirte y bajar en plena noche a la gasolinera.
También es más que probable que los sábados por la mañana quiera darme baños eternos, pero estás invitado.
Sé que te lo estoy pintando muy negro, y que quizá te estés replanteando el seguir conociendo a esa chica de ojos claros que te sonrió ayer en esa cafetería en la que os cruzais todas las mañanas, pero en cuanto a eso, puedo decirte:
Que no me gusta discutir, y es muy dificil enfadarme, que te prepararé tortitas siempre que tengas antojo, incluso aunque eso implique madrugar, que jamás te pediré explicaciones por salir (yo no pienso dártelas). Que te comeré el traje y las ganas en cada desayuno, que si echas un poco de tripa no me reiré, pero si te quedas calvo no pararé de hacerte bromas con los pelos que se me caen al ducharme.
Haré todo el esfuerzo del mundo por caerle bien a tus padres, y encontraré una balanza entre ese cuento de hadas que siempre he buscado y la realidad que será nuestra vida juntos.
Que seré 15 veces más futbolera que tú cuando esté jugando España, y que los malos rollos de la oficina se quedarán en el felpudo.
También es probable que vayas encontrando post-it con notas en cada rincón que mires, y que te harán reir.
Por último, te diré que sonreiré cada vez que me mires y me des los buenos días, y que tendremos una cama gigante para reir, para llorar y para querernos.

Y si aun no te he convencido, prueba.

FDO: El futuro amor de tu vida.

lunes, 11 de marzo de 2013

Suspiros.

Algun dia, cuando hayamos dejado de hablar, y nos crucemos en el metro de camino al trabajo, me sonreirás y me dirás: "La encontré" y yo te contestaré "Te lo dije", te dedicaré la mejor de mis sonrisas y seguiremos nuestros caminos sin mirar atrás.