miércoles, 23 de diciembre de 2015

Despropósitos de 2016

23 de diciembre de 2015, a las puertas de un nuevo año, de cambios, de vértigo, de nuevas sensaciones, de metas personales y compartidas.

Y yo, te propongo mis despropósitos:

Me despropongo quererte, porque hay cosas que no se necesitan que hagas, que llegan y se quedan como una sombra permanente en alguna parte de tu cerebro, como ese punto de luz que ves después de mirar mucho rato a una pantalla, algo, que solamente su recuerdo te provoca un suspiro, un “deja de sonreír así, que tu compañera te está mirando raro, otra vez”

Te despropongo no esforzarnos, porque pese a que algunas cosas parecen creadas para SER, hay que cuidarlas todos los días, igual que se riegan las plantas, igual que tu abuela te mira con cariño y te pide que comas, y que te abrigues, igual que la montaña más grande, no sería nada sin esos pequeños detalles que son los granos de arena y piedras que la conforman.

Me despropongo ir corriendo a todos lados, porque prefiero correrme contigo, y disfrutar de los paisajes que conforman tus lunares.

Me despropongo preocuparme por todo, porque la mayoría de las veces, las mejores cosas suceden cuando dejamos de esperar, y porque desde que te espero cada día, las preocupaciones se dividen y las alegrías, se multiplican.


Y sobre todo, me despropongo que 2016 sea olvidado, porque esto que empezamos, ya nadie va a poder pararlo.

lunes, 6 de abril de 2015

Pero...

- Hay dos o tres cosas que nunca me has pedido y lo lamento. Habría sido capaz. 

- ¿Qué cosas? 
- Preparar tarta de queso cada domingo, dejarte poner tele en nuestra habitación, salir a correr contigo, elegir un fin de semana al mes para no salir de la cama en distintas ciudades de España, comerte a besos cada mañana, llegar tarde al trabajo por preparar zumo de naranja, comerme libros en tu mirada y sueños en tu boca, tirar de nosotros el tiempo que hiciera falta mientras tu estuvieses conmigo, amarte como locos, como yo cuando estoy contigo.


Pero te vas.

martes, 27 de enero de 2015

Somos

He tenido varios amores ridículos, pero el tuyo se lleva la palma.


Imagínate si es ridículo, a estas alturas aun siento mariposas en el estomago, y me paso la vida a dieta para ver si las mato de hambre, y dejo de sonreír como una niña con zapatos nuevos cada vez que me escribes, pero nada, se me resisten.

Imagínate si es ridículo, que echarte de menos duele, como cuando te falta el aire, y piensas que nunca va a llegar el momento de v(erte)olver a respirar.

Imagínate si es ridículo, que a veces cuando te abrazo, incluso teniendo tu cuerpo pegado al mío, siento que el cuerpo me estorba, que lo que necesito abrazarte es mas profundo que la piel.

Imagínate si es ridículo, que estoy convencida de que somos para siempre.