miércoles, 23 de diciembre de 2015

Despropósitos de 2016

23 de diciembre de 2015, a las puertas de un nuevo año, de cambios, de vértigo, de nuevas sensaciones, de metas personales y compartidas.

Y yo, te propongo mis despropósitos:

Me despropongo quererte, porque hay cosas que no se necesitan que hagas, que llegan y se quedan como una sombra permanente en alguna parte de tu cerebro, como ese punto de luz que ves después de mirar mucho rato a una pantalla, algo, que solamente su recuerdo te provoca un suspiro, un “deja de sonreír así, que tu compañera te está mirando raro, otra vez”

Te despropongo no esforzarnos, porque pese a que algunas cosas parecen creadas para SER, hay que cuidarlas todos los días, igual que se riegan las plantas, igual que tu abuela te mira con cariño y te pide que comas, y que te abrigues, igual que la montaña más grande, no sería nada sin esos pequeños detalles que son los granos de arena y piedras que la conforman.

Me despropongo ir corriendo a todos lados, porque prefiero correrme contigo, y disfrutar de los paisajes que conforman tus lunares.

Me despropongo preocuparme por todo, porque la mayoría de las veces, las mejores cosas suceden cuando dejamos de esperar, y porque desde que te espero cada día, las preocupaciones se dividen y las alegrías, se multiplican.


Y sobre todo, me despropongo que 2016 sea olvidado, porque esto que empezamos, ya nadie va a poder pararlo.