jueves, 14 de noviembre de 2013

Missing

Echo de menos los atascos por la mañana, los gritos en mi casa, cogerme autobuses y tardar una hora y media en cruzarme la ciudad porque no quiero perderme ni una sola de las gotas de lluvia que chocan contra el cristal.

Las miradas furtivas con desconocidos en el metro, las notas escondidas en los apuntes de la biblioteca, que me vengas a ver y me traigas chuches mientras estudio.

El calor de la Gran Vía, con esos abrazos que consiguen que el resto del universo desaparezca, su color, el calor en general, el chino de plaza de España, y el de San Bernardo entrando por Gran Vía, el ascensor de Callao, quedar en la puerta del Corte Inglés, en el VIPS, o en el Oso.

Los bocadillos de calamares, la comida da mi abuela, las estatuas con vida que se mueven al sonido del caer del cobre, los violinistas en los tejados y en el metro de Ciudad Universitaria.

Pasear por Princesa y sentirte como tal, mis clases de salsa y volverme de Moncloa a Cibeles andando mientras arreglo en mundo con una amiga.

Las tiendas de pizza 24horas que invaden el centro y los chinos vendiendo "selveza" en Sol, los conciertos de Andrés, Libertad 8, Galileo y el teatro.

El que haya gente por la calle a cualquier hora, los helados de madrugada en mi jardín, pasear de la mano en invierno, cortylandia, bajar por Arenal, abrumarme ante el palacio y contemplar como cae la noche en Debod.

La cúpula de colores que nunca sabré que es y los edificios con árboles en las ventanas mientras observan el caminar incansable de Don Quijote y Sancho, las terrazas y los mojitos en buena compañía, los ir paseando y entrar a un Starbucks porque "hoy me lo merezco".

Las luces, las personas que son luz, MI luz, Madrid.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Cualquiera.

Podría haber sido cualquiera, pero fue él.
Podría aprender a mirarme de nuevo en los espejos, pero nunca me había visto tan guapa como en sus ojos.
Podríamos habernos cruzado 20, en lugar de 21 veces y que no hubiera sido suficiente.
Podríamos habernos equivocado juntos mucho antes, pero preferimos equivocarnos por separado, y menuda equivocación.
Podría comer todo el chocolate del mundo sin engordar y no sustituiría el placer de sus orgasmos.
Podría caminar sobre brasas y hacerle creer a mi piel que es él, volviendo a tocarme.
Podría no gustarme la playa y nunca nos hubiéramos conocido.
Podría rodar sobre la nieve y seguiría notando el frío de su ausencia.
Podrías no haber sido la única persona a la que he deseado desde el primer instante que le vi.
Podría haber sido cualquiera, pero me enamoré de ti.

jueves, 10 de octubre de 2013

Las cuatro estaciones.

Si todavía es el calendario el que te dice en que estación te encuentras es porque no le conoces a él.

No has conocido el invierno que es estar sin su piel, sin sus manos, sin sus manos calientes en tu tripa para curar cualquier dolor, sin su aliento en tu cuello mientras duermes o sin su presencia detrás mientras te admira.

No has conocido la primavera que es él besando cada una de tus flores con la humedad de su boca fresca como el rocío de la mañana, la suavidad de su piel como pétalos que te abrazan y mirar a sus ojos y sentir que vuelven a florecer los cerezos, y qué corto se quedaba Neruda.

No sabes lo que es el verano y como es posible derretirse solo con el roce de sus labios, por sudar hasta las ganas cada vez que te acaricia, por preferir comerle a él que a cualquier fruta de temporada (Y eso que son mis favoritas)

Pero sobre todo no sabes lo que es el otoño, ni como es posible marchitarse si estas lejos de él, como recoge sus pestañas cuando caen, como si de las hojas del árbol mas bello se tratara y te mira para hacerte saber que no le hace falta soplar por que ya llegó su estación: la nuestra.

martes, 20 de agosto de 2013

Notas insignificantes para personas indispensables.

24.05.2013


Todo lo que voy a decirte ya lo sabes, pero quiero que lo leas:
Ayer mismo hablábamos sobre un hombre casado desde hace 10 años, con dos niños, que está pensando en separarse.
Y hoy, sin ir mas lejos que mi propia historia, hace un año que hacía las maletas para irme de casa del que estaba absolutamente convencida que era el hombre de mi vida.
Y aquí estoy, rota, recompuesta y feliz.
Que sí, que las parejas rompen, que el amor a veces se acaba, pero mira, la vida sigue, y llegan nuevas historias.
Todos hemos cometido alguna vez el error de enamorarnos de una idea, de la idea de aquello que necesitamos. 
Unas veces es alguien que apueste por ti cuando otros no se han atrevido a hacerlo, otras son calma, otras simplemente alguien con quien acostarte y levantarte, sin chispa, pero sin dramas.
Y que esas ideas no salgan adelante no solo no debería no ser un problema, si no que deberías dar las gracias, por que no son más que conformarse.
Y nadie se merece conformarse, y menos una persona tan maravillosa como tú.
Que aquí estoy, y aquí voy a estar siempre, por que te quiero y porque eres genial y mi vida un poquito mejor desde que tú estás en ella.

miércoles, 17 de julio de 2013

Sé Vol. II

Que sí, que todo eso de echar de menos ya lo inventó alguien hace mucho tiempo.
Que no soy la única a la que le habrán dolido las manos de tanto pensarte.
Que ni mucho menos fui la primera en descubrir que algunas personas hacen más falta que el propio aire para respirar.
Y sé que no soy la primera a la que se le rompen el alma y las ganas por volver a verte.
Pero también sé que todos mis lunares tienen tu nombre y apellidos.
Que puedo ver tu piel en mi piel más de lo que veo mis propios tatuajes.
Que te encantan mis estrellas y subirme al cielo montado en ellas.
Sé que me haces sentirme mas bonita que todos los espejos del mundo.
Sé que ya no necesito cuentos, porque tengo una historia que escribir contigo.
Sé que me prefieres a la tarta de queso.
Sé que te perderías para siempre en cada una de esas curvas de mi cuerpo que yo tanto odio.
Sé que se puede sentir un cuerpo estando a miles de kilómetros de distancia.
Sé que unas flores de plástico pueden oler mejor que cualquier jardín.
Sé que eres capaz de follarme el alma mejor de lo que nadie me ha follado el cuerpo jamás.
Sé que tú.
Sé que yo.
Sé que somos.


jueves, 20 de junio de 2013

-Sabes mucho de música
-Sé mucho de muchas cosas
-¿Ah sí? ¿Como qué?
-Sobre ti, por ejemplo. 
Sé como sonríes cuando te despiertas y me ves, o que te hace ilusión que te de los buenos días por whatsapp cuando no podemos despertarnos juntos, cosa que pasa mucho más a menudo de lo que me gustaría, que te gusta llamarme cuando vas borracho de vuelta a casa a las 6 de la mañana porque me sientes cerca, y te gustaría que estuviera ahí para acostarnos, darte un beso en la frente y hacerte los buenos días cuando nos despertemos, también sé que hay constelaciones en los lunares de tu espalda, y que puedes subirme al cielo solo rozándome con las puntas de los dedos, sé que te encanta que te de un beso, te mire y te diga: ahora vuelvo, quedarte dormido y que al rato te avise de que tienes tortitas para desayunar, sé que el helado de Chocolate no es tu preferido, pero que te encanta tomarlo porque te recuerda a un millón de momentos patrocinados por ese helado, también que yo soy tu postre preferido, incluso aunque la otra opción sea tarta de queso.
Sé que te gustan los baños de espuma y echarme de menos en cada uno de los que no puedo acompañarte, sé que sabes reir mientras lloras, y que sabes hacer que deje de llorar con un abrazo, sé que tus sudaderas me quedan mejor a mí, igual que tus camisetas de futbol, sobre todo cuando es lo único que llevo puesto.
Sé que te encanta ver peliculas conmigo para que no te deje verlas,  que la palabra "ganas" ha adquirido una nueva dimensión desde que te conozco, una dimensión que ni si quiera puedo explicar escribiendo, sé que los detalles no son tu punto fuerte y que no te gusta estar mucho rato en la playa pero que serías capaz de estarlo por mí, sé que todas  y cada una de las canciones que escucho hablan de ti, sé que nos hemos hecho daño y que nos hemos perdonado, sé que te encanta pasear conmigo de la mano, y ser de ese tipo de parejas de las que antes te burlabas, de esas que se nota que se quieren aunque vayan caminando a un metro de distancia, sé que todo lo que pueda escribir sobre ti, o sobre todas las puestas de sol no tienen nada que hacer con lo que significa para mí esa jodida sonrisa tuya, sé que soy tú, sé que eres yo, y sobretodo que ahora tú y yo somos nosotros.

viernes, 17 de mayo de 2013

Lágrimas


Estuve muy cerca de morir una vez, tan cerca que podía sentir la tranquilidad de cuando todo se acaba, de que ya no había nada detrás.
Es curioso, la de veces que hemos usado la expresión “Estoy muriendo por dentro” para referirnos a nuestros momentos de máximo pesar, cuando en realidad, cuando de verdad crees que vas a morir, no sientes más que paz.
No sientes más que el calor de todos los abrazos que has recibido, y el de todos los que te quedaban por dar, ni siquiera sientes miedo.
Nunca he entendido el terror patológico de algunas personas a morir, a mí no me da miedo ninguno, me da mucho más pánico pensar en perder a alguien de a mi alrededor, a alguien que quiero, quizá entonces no me daba miedo morir porque ni yo misma me quería.
Quizá me dé más miedo escribir sobre esto ahora y revivir cómo me sentía antes de ese  momento, quizá ahora soy mucho más valiente y más consciente de todo lo que tengo.
Siempre he dicho que no puedes querer a alguien si no te quieres primero a ti mismo, pero yo aprendí a quererme queriendo a los demás, queriendo ser fuerte para ellos, queriendo luchar.
Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, y así fue, tuve que perderme para encontrarme en vuestras lágrimas.
Creo que nunca os he dicho lo que os agradezco aquellas lágrimas y creo que os merecéis saber toda la fuerza que me dieron para levantarme y seguir.

Os quiero, por quererme pese a todo, y porque gracias a vosotros, ahora yo también me quiero.

martes, 30 de abril de 2013

He aprendido...

Hace tiempo que todo es nuevo.
Estoy aprendiendo a querer sin pensar, a dejarte que me cures las heridas con miradas y a no malinterpretar las palabras sin dar antes una oportunidad de explicación.
He aprendido a amontonar mis ganas en cajitas invisibles para que puedan pasar sin problemas los controles del aeropuerto.
Aprendí a no tener miedo, a creerte y a dejarme llevar, creo que esto es lo que más me ha costado, pero ya ves, aquí estamos.
He aprendido a compartir también mis momentos malos y así no cargarlos yo sola.
También aprendí a querer de lejos, y cómo algunas personas son capaces de acercar las distancias tanto, que a ratos desaparecen.
He aprendido a aprender, y a descubrir que te necesitaba a ti, y solo a ti, para enseñarme.

jueves, 14 de marzo de 2013

Carta al futuro amor de mi vida:

Soy un desastre, lo reconozco, no me gustan los arándanos de la tarta de queso, ni la parte de chocolate que se queda dura encima del helado del brownie, me da miedo bañarme en el mar por la noche y también los fantasmas del pasado y lo reciente que se ve todo algunas veces.
No me gusta secarme el pelo, ni siquiera en invierno, supongo que es una forma tonta, como otra cualquiera, de pedirte que me cuides.
No me gusta la gente que no cree en las casualidades, qué vida tan triste, ¿No crees?
También he de confesarte que no me gusta que me acaricien el pelo, y eso es algo con lo que tendrás que vivir.
Me gusta comer en la cama, aunque sea una auténtica cochinada, y me despierto mil veces mientras duermo, tantas, que alguna vez dudarás si llego a dormir, porque lo más probable es que siempre que abras los ojos yo ande despierta.
No te dejaré poner tele en nuestra habitación, la cama es para libros y pasiones, y para contarnos historias hasta quedarnos dormidos.
Es probable que tengas que estar pendiente de las reservas de helado de chocolate en el congelador, o estar dispuesto a tener que vestirte y bajar en plena noche a la gasolinera.
También es más que probable que los sábados por la mañana quiera darme baños eternos, pero estás invitado.
Sé que te lo estoy pintando muy negro, y que quizá te estés replanteando el seguir conociendo a esa chica de ojos claros que te sonrió ayer en esa cafetería en la que os cruzais todas las mañanas, pero en cuanto a eso, puedo decirte:
Que no me gusta discutir, y es muy dificil enfadarme, que te prepararé tortitas siempre que tengas antojo, incluso aunque eso implique madrugar, que jamás te pediré explicaciones por salir (yo no pienso dártelas). Que te comeré el traje y las ganas en cada desayuno, que si echas un poco de tripa no me reiré, pero si te quedas calvo no pararé de hacerte bromas con los pelos que se me caen al ducharme.
Haré todo el esfuerzo del mundo por caerle bien a tus padres, y encontraré una balanza entre ese cuento de hadas que siempre he buscado y la realidad que será nuestra vida juntos.
Que seré 15 veces más futbolera que tú cuando esté jugando España, y que los malos rollos de la oficina se quedarán en el felpudo.
También es probable que vayas encontrando post-it con notas en cada rincón que mires, y que te harán reir.
Por último, te diré que sonreiré cada vez que me mires y me des los buenos días, y que tendremos una cama gigante para reir, para llorar y para querernos.

Y si aun no te he convencido, prueba.

FDO: El futuro amor de tu vida.

lunes, 11 de marzo de 2013

Suspiros.

Algun dia, cuando hayamos dejado de hablar, y nos crucemos en el metro de camino al trabajo, me sonreirás y me dirás: "La encontré" y yo te contestaré "Te lo dije", te dedicaré la mejor de mis sonrisas y seguiremos nuestros caminos sin mirar atrás.

miércoles, 6 de febrero de 2013

ELLA

Tú no le conoces, y no sabes cómo se levanta por las mañanas, despeinada y paliducha, con su eterna cara de sueño, pese a dormir como un bebé desde que tengo uso de razón, y todo lo que le envidiaba yo por eso...

Tampoco sabes de las horas que nos pasamos contándonos batallas, luchando contra nuestros miedos, juntas, o las veces que ha venido a pedirme consejo sin sospechar ni remotamente que yo estaba igual o más perdida que ella.

Tampoco sabéis lo bien que le quedan las pecas, o lo guapa que está con el pelo mojado, ni lo que me gustan sus dientecitos cuando sonríe.

Lo que seguramente sí sabéis, es lo que pasa por la cabeza de cualquiera cuando ella te mira con sus grandes ojos verdes, tan profundos que da miedo perderse y no querer volver a encontrarse nunca más.

Quizá también sepas de las ganas que dan de abrazarle cada vez que pasa por tu lado con sus andares despistados y sobre todo, ya sabrás que resulta imposible no quererle un poco más cada día, porque ella es única así, tal y como es.

Que sí, que quizá la objetividad se me quedó hoy a un lado, justo detrás de todas las ganas que tengo de estar hoy junto a ti.

Que te quiero princesa, mucho, todo, y siempre.

Feliz cumpleaños hermanita.


martes, 5 de febrero de 2013

Yo sólo quiero

Yo solo quiero...
Que se te caigan los besos sobre mi ombligo, como a los árboles las hojas en Otoño,
que se dibuje tu cuerpo desnudo sobre mi piel, de tantas veces que lo has tocado,
que quieras llamarme todos los días, con y sin elle,
que no te haga falta llamarme porque estoy a 21 milímetros de ti.
Que todas mis duchas sean baños de tus caricias,
y que las cosquillas alimenten nuestra sed.
Que cuando te vuelvas loco sea de ganas,
que cuando tengas hambre me comas,
y que me bebas cuando tengas sed,
que me duelan los ojos de no verte
y las manos, de ganas de volverte a ver.

 

domingo, 13 de enero de 2013

Te prometo.

No puedo prometerte que te vaya a hacer feliz, porque no sé si seré capaz, pero te prometo que pienso intentarlo todos los días, enamorándote cada mañana en las que te tengas que preparar dos trajes porque el primero me lo pienso desayunar.
Comernos la vida entre risotos y tortitas, y tú ahí, tan guapo, entre mimos y chucherías, y yo claro, sintiendo cosas.
Prometo también conseguir que dejes algunos vicios, te los cambiaré por otros mejores, y te prometo que merecerá la pena.
Prometo estar en casa cuando termines de entrenar para ducharme contigo.
Te prometo todas las cervezas y risas que puedas abarcar, y cosquillas, de esas que terminan como tú ya sabes.
Te prometo, esperar.
Te prometo, YO.

sábado, 12 de enero de 2013

‘El sentimiento negativo’, Risto Mejide

Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo, que hoy nos vamos a poner moraos.
Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más.
Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez.
El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras.
Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso.
El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón.
No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú.
Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve a entrar pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican ni los recambios.
Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mías lo aguantan todo.
Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que los disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión.
Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirte a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor Stevenson.
El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar, y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura.
Dime que tienes toda la vida, y voy pidiendo presupuestos.
Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis nunca más.

(‘El sentimiento negativo’, Risto Mejide)

domingo, 6 de enero de 2013

Aunque tú no lo sepas

¿Sabes de ese amor que llega con el tiempo?
¿Ese que te hace temblar y no comprender y disfrutar a cada instante de él?
¿Ese que no llega con fuegos artificiales, pero te prende por dentro de la noche a la mañana cuando le ves sonreír?

No, claro que no lo sabes, porque tú no le conoces.