Y como un mono trepaste hasta mis ramas, y las usaste para mecernos, y me hiciste una cama con mis hojas, y usabas tus largos brazos para bajarme las estrellas todas las noches, y con tus desnudas manos hacias cosquillas a la luna para que cantara para mí, para bailarme, para bailarte, para bailarnos… para contarme al odio que 2 y 1 hacen oo, para llamarte en silencio, y que siempre, siempre estés.
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